Ya lo
dijeron cuando se secuenció el borrador del genoma humano, parte del mismo no
proviene de nuestros ancestros sino de virus. Se estima que del orden del 8% de
nuestro genoma proviene del genoma de virus cuyo código genético es de ARN (como
los retrovirus). No se conocen virus con código genético de ADN que hayan
aportado genes a nuestro genoma. Los bornavirus son virus con ARN que no son
retrovirus y pueden infectar el núcleo de las células de forma permanente
gracias a que su ARN actúa como fuente de ARN antisentido que las células
utilizan para la regulación de la expresión de genes en proteínas. Un nuevo
artículo de investigadores japoneses, Horie et al., ha buscado en el genoma de
las 234 células eucariotas secuenciadas hasta el momento rastros (genes) que
sean similares (homólogos) a los genes de nucleoproteínas de los bornavirus. Y
han encontrado muchísimos en varias especies de mamíferos, incluyendo humanos,
primates no humanos, roedores y elefantes. En humanos, el estudio liderado por
Keizo Tomonaga de la Universidad de Osaka, Japón, ha encontrado dos genes
endógenos de tipo borna N (endogenous Borna-like N) que han llamado EBLN-1 y
EBLN-2, es decir, genes similares a dos del bornavirus. No se conoce la función
de estos genes en humanos. Sin embargo, otros genes insertados en nuestro
genoma debido a otros retrovirus se ha demostrado que no sóno no son
peligrosos, sino más bien al contrario, expresan proteínas que son esenciales
para el desarrollo de la placenta. Obviamente, el nuevo estudio indica que los
bornavirus son una nueva fuente de “mutaciones” en el genoma humano. Horie et
al. también presentan en su artículo análisis filogenético que ha permitido
determinar (aproximadamente) en qué momento de la evolución dichos genes víricos
fueron incorporados en nuestro genoma. Nos lo ha contado Cédric Feschotte, “Virology:
Bornavirus enters the genome,” News and Views, Nature 463: 39-40, 7
January 2010, haciéndose eco del artículo técnico de Masayuki Horie et al., “Endogenous
non-retroviral RNA virus elements in mammalian genomes,” Nature 463:
84-87, 7 January 2010; así como muchos otros medios, como Tina Hesman Saey, “Bornavirus genes found in human DNA. Viral hitchhiker has been hanging on in mammalian genome
for more than 40 million years,” ScienceNews, to be
published on issue 16 January 2010.
Hola amigos/as bienvenidos/as a mi blog, mi nombre es David Ortega Ahumada, y mi trabajo es intentar ayudar a esas personas que han perdido su equilibrio interno, ya sea por causas externas o internas. Lo que quiero decir es que soy terapeuta, y la finalidad de este blog es que me conozcas un poco y que tengas una pequeña idea de las terapias con las que trabajo y como pueden ayudarte.
1.12.14
ORDENADORES E INSOMNIO (QUO)
Según estudios
recientes, otro “contaminante” electrónico es la luz azul que se
desprende de los ordenadores, smartphones y tablets, ya que puede influir en
nuestro reloj biológico. “Y es que la guía que utiliza este reloj para ponerse
en hora cada día es sobre todo la luz azul, que abunda en este tipo de
gadgets”, comentaAntoni Díez Noguera, experto en Cronobiología de la Universidad
de Barcelona.
“No hace mucho que sabemos que, aparte de las
estructuras de visión, hay unas células, las ganglionales, que forman
parte de la retina y tienen un pigmento fotosensible que también detecta la
luz, especialmente la azul. De manera que si durante las horas previas o
durante el mismo sueño la detecta, la glándula pineal deja de segregar
melatonina. No tiene una consecuencia inmediata, pero puede producirnos
problemas de insomnio.”
Por otra parte, también hay trabajos que establecen que la melatonina tiene un efecto anticancerígeno. “En este caso es más difícil encontrar una causa y efecto, pero está claro que si inhibimos la secreción de melatonina por el efecto de la luz, dejamos de tener esa protección”, termina Díaz Noguera .
Por otra parte, también hay trabajos que establecen que la melatonina tiene un efecto anticancerígeno. “En este caso es más difícil encontrar una causa y efecto, pero está claro que si inhibimos la secreción de melatonina por el efecto de la luz, dejamos de tener esa protección”, termina Díaz Noguera .
Consejos de uso
Ten mucha luz brillante
durante el día, especialmente por la mañana. Te mantendrá más alerta y feliz, y te ayudará a dormir por la
noche.Atenúa las luces antes de irte a la cama. Eso implica apagar el televisor, el portátil, etc. Si tienes que levantarte por la noche, usa una luz roja tenue para minimizar cualquier alteración. Existen gafas con cristales tintados de ámbar que filtran luz azul. Úsalas para contrarrestrarla si tienes que exponerte a ella de noche
VIRUS
http://www.ivoox.com/eeb-1a-hora-16-11-14-virus-audios-mp3_rf_3742335_1.html
Aquí os dejo esta chulada de podcast sobre los virus.
Aquí os dejo esta chulada de podcast sobre los virus.
CELULAS MADRE Y CEGUERA (EL MUNDO)
Las células madre llevan cerca de tres décadas
prometiendo un tratamiento para un enorme rango de enfermedades. Desde que en
1981 Martin Evans y Matthew Kaufman lograron cultivar por primera vez en
su laboratorio de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) estas células
capaces de transformarse en cualquier tejido especializado, los médicos e
investigadores de todo el mundo las ven como una posible fuente celular para
regenerar el miocardio después de un infarto o para reemplazar aquellas dañadas
por el Parkinson, el Alzheimer o la diabetes, entre muchas otras dolencias.
En aquella primera ocasión se trataba de células de
ratón, pero, a pesar del tiempo transcurrido desde entonces y del enorme número
de estudios realizados tanto in vitro como en animales, estas células
pluripotenciales aún no se han utilizado con éxito para tratar ninguna
enfermedad humana. Precisamente su enorme plasticidad y su ilimitada capacidad
de autorenovación para formar más células madre han dificultado su uso
terapéutico debido a la posibilidad de que lleguen a formar tumores o de que se
transformen -diferencien- en tipos de células que no se deseaban obtener.
Pero ese muro científico está a punto de ser derribado.
Una investigación realizada en EEUU por uno de los grupos líderes mundiales en
medicina regenerativa acaba de demostrar que ya es posible obtener células
madre, diferenciarlas en el tipo celular deseado y trasplantarlas a un
paciente humano para tratar una enfermedad sin que éste las rechace ni
generen problema alguno. En otras palabras, es posible usar esta técnica sin
temor a que estas células causen tumores o rechazos.
El trabajo, liderado por Robert Lanza, director
científico de Advanced Cell Technology, no sólo ha demostrado la seguridad del
uso terapéutico de las células madre, sino que también ha logrado resultados
positivos en el tratamiento de las dos enfermedades oculares que suponen la
primera causa de ceguera en los países desarrollados.
La receta química
Los autores del estudio, publicado hoy en la revista
The Lancet, utilizaron células madre embrionarias humanas para tratar a 18
personas afectadas por un trastorno en la retina. Nueve de ellas padecían
degeneración macular vinculada a la edad y las otras nueve distrofia macular de
Stargardt.
En este caso se trataba de un ensayo clínico en fase 1,
es decir, que sólo se trataba de demostrar la seguridad de su uso en humanos. Y
por ese motivo se realizó el estudio tan solo en 18 personas, un número
insuficiente para valorar adecuadamente su validez como terapia médica. Pero,
aún así, el equipo de Lanza quiso extraer también conclusiones sobre el éxito
del uso de células madre para mejorar la visión de los pacientes. Y, al margen
de la estadística, los resultados hablan por sí solos: 10 de ellos mejoraron
sustancialmente su agudeza visual, siete no sufrieron cambio alguno o mejoraron
muy poco y uno de ellos empeoró su visión.
El trabajo científico arrancó con la obtención de
células madre a partir de un embrión humano sobrante de un proceso de
fertilidad. Después, lograron encontrar la receta química, los factores de
crecimiento, que provocan que las células pluripotenciales se transformen en
las células deseadas. En este caso, las del epitelio pigmentario de la retina,
aquellas que protegen a los fotoreceptores, las células que permiten la visión.
El último paso es el trasplante de las células ya diferenciadas a la retina del
paciente para comprobar si se integran en el tejido y realizan su función. Y
así fue en la mayoría de los casos.
Ambas enfermedades oculares provocan la muerte de este
epitelio de la retina y como consecuencia también la de los fotoreceptores, lo
que provoca la ceguera. Por eso es importante, señalan los autores, tratar en
los primeros estados de la enfermedad y con el número adecuado de células.
Lanza y su equipo probó con dosis de 50.000, de 100.000 y de 150.000 células.
«El número de pacientes del estudio fue demasiado pequeño para sacar cualquier
conclusión referente a la mejor dosis para lograr una mejora en la visión, pero hemos
visto los mayores avances con las dosis de células más elevadas», .
Los oculistas y doctores relacionados con la visión
señalan que no es casualidad que el primer uso terapéutico en humanos se haya
aplicado en un trastorno que afecta a los ojos, ya que estos órganos están muy
aislados del sistema inmune y eso reduce el riesgo de rechazo. «Se están
sentando las bases de cómo vamos a poder regenerar tejidos que antes era
imposible siquiera imaginar», explica la doctora Anniken Burés, del
Departamento de Retina del Instituto de Microcirugía Ocular de Barcelona.
Durante años, el uso de células procedentes de
embriones humanos despertó un gran debate ético mundial, pero sobre todo en
EEUU, donde la Administración Bush prohibió en 2001 que se usaran fondos
públicos para investigar con esta técnica. En los últimos años las técnicas
médicas han avanzado mucho y ya es posible -gracias al trabajo del Nobel Shinya
Yamanaka- reprogramar
células adultas para obtener células madre. Pero también se pueden
extraer células de un embrión sin destruirlo.
«Tanto las células embrionarias como las
pluripotenciales inducidas a partir de células adultas pueden funcionar bien,
ya que el protocolo de diferenciación para obtener células del epitelio
pigmentario de la retina es el mismo para ambos tipos de células madre»,
explica Robert Lanza. «Pero es importante señalar que ambas técnicas pueden
llevarse a cabo sin destruir ningún embrión», sentencia.
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